El aumento de la producción agrícola, que se desarrollo entre los siglos XI y XII d.c., gracias a las nuevas técnicas y herramientas aplicadas a la agricultura, produjo un excedente en la producción, que permitió alimentar una población mas grande y con mayores necesidades.Esto impulso el resurgimiento de las ciudades y el desarrollo del comercio, ya desde el siglo XI, pero con mas fuerza desde el siglo XIII.
Este resurgimiento urbano comenzó a manifestarse cuando los artesanos y mercaderes se instalaron en las cercanías de un castillo o un monasterio, o bien cerca de un rió o del mar. Atraída por los productos o las posibilidades de intercambio, la población fue aumentando.
Las nuevas ciudades estaban en constante crecimiento demográfico pues se transformaron en polos de atracción para los inmigrantes rurales que, arriesgando la protección de un señor, buscaban libertad y oportunidades de trabajo en el comercio y la artesanía.La migración cualificada, siempre fue bienvenida en las ciudades.ellas se convirtieron en centros administrativos, políticos, industriales y en mercados y en mercados donde se traían la producción agricola excedente para intercambiarla por productos manufacturados y materias primas.
Estos primeros centros urbanos se llamaron burgos, y sus habitantes, los burgueses, basaban su poder en el dinero y no en la posesión de tierras como los nobles.Esta clase social va desarrollarse y tener toda su influencia en la edad moderna.